El pasado fin de semana terminamos una capacitación de dos años sobre constelaciones organizacionales…una metodologia que suena a estrellas y organizaciones…y que ha tenido una gran fuerza…un potencial humano de todas las personas que hemos tenido el privilegio de compartirla.
Desde el principio, he sido una de las personas más escépticas…ya que tenía muchas incógnitas por resolver…de dónde venia todo esto, en qué se basaba…su aplicación a los equipos de trabajo…la figura de la persona facilitadora…las posibles manipulaciones o sugestiones personales y colectivas…muchos interrogantes…muchos miedos quizá…
Realmente ha sido una experiencia muy potente, basada en cosas muy sencillas…»de cajón»…tres principios básicos:
– el orden (experiencia, contribución, jerarquia y valores)
– la pertenencia (o la exclusión si la entendemos como la no pertenencia)
– el equilibrio entre lo que damos y recibimos
Estos tres principios son la base de todo lo demás…los principios sistémicos.
Una experiencia preciosa, altamente recomendable…infinitas gracias y todo mi reconocimiento a María Carrascal (y Asier) por meter a Fundación EDE en todo esto…a Guillermo Echegaray (nuestro profe), Jan Jacob, Katia del Rivero y Cristoph.
Y sobre todo a los compañeros y compañeras del curso…ha sido un inmenso placer…he aprendido muchísimo…y siento que he crecido gracias a ustedes…estoy profundamente agradecido…un honor.